Por: Mauricio Matamoros “ Débil cuando está viva, pero fuerte cuando está muerta”. Akihiro Kitajima, Horror Movie Shi Esa cita, queda como anillo al dedo para gran número del cine de espectros japonés; sobre todo, desde el realizado con la aparición de Ringu , en 1997. Y aunque no pude evitar ponerla por su contundencia, he de aceptar que no se aplica del todo a Una llamada perdida ( Chakushin ari , 2003), la película que ha provocado este texto. Con sus cerca de setenta filmes a cuestas, Takashi Miike ha llegado a una excelencia formal pocas veces vista y, por tanto, de forma casi natural, también han comenzado a surgir sus detractores. Con Una llamada perdida esto se hace patente, pues no han sido pocos los que han manifestado su desacuerdo con este primer acercamiento absoluto de Miike al género de horror. Desde luego, lo que ha quedado claro, es que el público ya comienza a quedarse corto para entender a este extraordinario (en el sentido estricto de la palabr...