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ACTUALIZACIONES EN REVISTA CINEFAGIA

Saludos a todos lo cinéfagos que nos siguen aguantando.

Para los días venideros les ofrecemos los siguientes textos de actualización en el sitio oficial de REVISTA CINEFAGIA :


[REC], cinta española de terror zombie que desarrolla una estructura que si bien no es del todo nueva en el mundo del cine, por lo menos sí resulta refrescante para el género. Por José Luis Ortega Torres


PARTY MONSTER es una cinta extravagante. Cabaret queer que sorprendió a muchos e irritó a más, por allá del 2003, año en que se produjo y que se pretendió como renacimiento en las pantallas del malogrado Macaulay Culkin. Cinta jamás estrenada en México. Por José Luis Ortega Torres


SE LLAMABA… JULIO RUIZ LLANEZA y dirigió decenas de películas mexicanas hoy olvidadas por pertenecer al cine de arrabal, de albures y chistes pasados de rosca. Uno de los directores clásicos del Mad-Mex, ese que los cinéfagos disfrutamos. Mini-bio por Alberto Rodríguez Vargas


LADRÓN DE CADÁVERES, referencia obligada cuando de cine de terror mexicano se trata. Hermana de El vampiro por ser hijas del mismo creador, el gran Fernando Méndez. Clásico del cine mexicano más allá de etiquetas genéricas. Por Mongomery Guilleaume Frankenheimer van der Beck.

…y les recordamos visitar nuestro blog cinéfago, donde verán los trailers de las películas que esta semana les recomendamos buscar en su puesto corsario favorito: Tres lancheros muy picudos (sexy-comedia mexicana), Baby Blues (thriller indie sangriento), My Sassy Girl (LA comedia romántica coreana por antonomasia), Mortuary (terror del director de La Masacre en Texas), Tyrannosaurus Azteca (otra jalada de Sci-Fi Channel) y Kinski Paganini (cine artie jalado por los pelos), además de recomendaciones de ciclos, festivales y demás.

Esperamos sus comentarios en:

contacto@revistacinefagia.com

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Por: Mauricio Matamoros “ Débil cuando está viva, pero fuerte cuando está muerta”. Akihiro Kitajima, Horror Movie Shi Esa cita, queda como anillo al dedo para gran número del cine de espectros japonés; sobre todo, desde el realizado con la aparición de Ringu , en 1997. Y aunque no pude evitar ponerla por su contundencia, he de aceptar que no se aplica del todo a Una llamada perdida ( Chakushin ari , 2003), la película que ha provocado este texto. Con sus cerca de setenta filmes a cuestas, Takashi Miike ha llegado a una excelencia formal pocas veces vista y, por tanto, de forma casi natural, también han comenzado a surgir sus detractores. Con Una llamada perdida esto se hace patente, pues no han sido pocos los que han manifestado su desacuerdo con este primer acercamiento absoluto de Miike al género de horror. Desde luego, lo que ha quedado claro, es que el público ya comienza a quedarse corto para entender a este extraordinario (en el sentido estricto de la palabr...

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