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«Unheimlich» Lo siniestro es Yo

 


Por José Luis Ortega Torres.


I.

Tener filmes representando al cine fantástico mexicano en esa gran Meca del género que es el Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña – Sitges, siempre es un motivo de orgullo. Más aún cuando resultan ganadores en alguna de sus selecciones competitivas, ya sea para largo o cortometraje. Recordando a los pasados Juegos Olímpicos, hagamos la analogía diciendo que el himno mexicano se dejó escuchar en la sección Brigadoon de este año, donde el cortometraje Unheimlich se alzó con su máximo galardón, el premio Paul Naschy.

    Escrito y dirigido por Fabio Colonna, socio fundador de la productora mexicana Reserva Films junto con Rejaz F. Guízar, Arantxa Suárez y Alik Siranosian – todos ellos presentes en distintos rubros de esta producción–, Unheimlich es una experiencia estética en blanco y negro, sin diálogos, con sólo dos personajes a cuadro y que de acuerdo a la propia casa productora está inspirada en el Expresionismo alemán. 

    Pero también es toda una experiencia fílmica que desde el género de terror busca diseccionar la mente humana desde el complejo concepto psico-filosófico que le da nombre: «unheimlich», que podemos entender en un primer nivel como «lo siniestro», pero no sólo en términos de «lo siniestro fantástico/maravilloso» que deviene en el concepto cinematográfico vinculado al género del terror, aunque no lo excluya, sino también en tanto «lo angustiante». 


    «Unheimlich» sería entonces aquello que nos angustia o agobia y por ello se torna siniestro. Ahora bien, refiriéndonos al psicoanálisis freudiano (citado como epígrafe en pantalla al inicio del corto), «unheimlich» es el antónimo de «heimlich»: lo bien conocido, lo íntimo, lo que resulta familiar. Si nos atenemos a esto, «lo siniestro» podría entenderse como lo que no es conocido, ni intimo ni familiar. Sería, pues, el arquetípico miedo a los desconocido. Pero, ¿que sucede cuando «lo siniestro» brota de lo íntimo, de lo que en teoría es lo más conocidos, ergo, nosotros mismos? 

    El desdoblamiento de la persona en sus diferentes personalidades ha nutrido a la literatura fantástica y desde ahí al cine, desde sus primeros días. Títulos como El estudiante de Praga o el Dr. Jekyll y Mr. Hyde son clásicos filmados una y otra vez desde las tiempos del cine presonorizado porque hurgar en el Ello (inconsciente) resulta no sólo siniestro, sino también morboso, en su constantemente enfrentamiento con el Superyó (ético, moral y enjuiciador) que lucha por imponerse en la realidad para consolidar un Yo funcional, enfrentamiento que no siempre resulta satisfactorio. Lo siniestro, seamos sinceros, siempre tendrá grandes oportunidades de avanzar, triunfar y salir a la luz. 


II. 

En Unheimlich, Fabio Colonna nos traslada a un reducto de la mente donde su protagonista está capturada al interior de una mansión lúgubre y derruida. Es de noche y su sueño se altera por una amenaza que no ve, pero que sabe ahí está. Huye. Corre. Intenta escapar, esconderse y defenderse, ¿de quién… de qué? De un reflejo visto, que es familiar y a la vez extraño. Siniestro. Funesto. 

    Huye. Corre. Intenta escapar y defenderse, pero no hay salida. Se despierta y vuelve a comenzar.

    Con una habilidad técnica que no parece ser la de un cineasta novel, Colonna crea un ambiente de pesadilla gracias a una cuidadísima puesta en cámara, planificación de las escenas y habilidades de montaje precisas, para contar no una, ni dos, ni tres veces un loop donde «lo siniestro» que atraviesa la protagonista crece a cada minuto, reconociendo que lo más atemorizante es justamente aquello que deberíamos (¿o anhelamos?) dejar en íntimo secreto enterrado en la esfera de lo inconsciente, de lo oculto, pero que de manera irremediable encuentra la salida hacia lo tangible, demostrando que los más grandes miedos no necesariamente surgen de lo desconocido arquetípico, sino todo lo contrario: vienen de lo íntimo, de ese «unheimlich» que no vive a la sombra, sino que es nuestra sombra misma.

    Fabio Colonna y Reserva Films no sólo nos han entregado un cortometraje que en lo técnico/estético es brillante, sino que también es inteligente en la construcción intelectual del mensaje que, por otro lado, cuenta con la suficiente dosis de terror y vértigo para convertir a Unheimlich en un muy justo ganador en Sitges. 

    Esperemos a ver que nos tienen preparado para el futuro. 

UNHEIMLICH

Dirección y guion: Fabio Colonna; Producción: Arantxa Suárez; producción ejecutiva: Rejaz F. Guízar, Fabio Colonna; Fotografía: Rejaz F. Guízat y Diego Vargas; Edición: Karen Antunez; Música: Odilón Chávez; Con: Helena Puig, José María Higareda.


México, 2021 – 15 min.

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