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«Bad Taste». Mal gusto: el buen gusto destripado




Por Rodrigo Vidal Tamayo


Existen películas de las que es muy difícil hablar porque tiene un valor histórico reconocido y han sido comentadas, alabadas y respetadas hasta la saciedad, por lo que el tratar de analizarlas de nuevo puede ser redundante. Por otro lado, existen otras cintas que aún cuando es evidente que también tienen ese valor éste no ha sido reconocido por la crítica “seria”, con todo y que tales cintas pueden ser parteaguas de determinada corriente o género cinematográfico. Ejemplos de lo anterior abundan sobre todo en los géneros considerados menores: ciencia ficción, terror, fantasía, y demás corrientes que pueden representar el lado subversivo del cine.

Como decía, es difícil hablar de películas que poseen los atributos necesarios para convertirse en la punta de lanza de todo un género y más cuando alrededor de esa película existe todo un culto y una veneración que sí sabe apreciar lo bueno, lo novedoso, lo imaginativo y hasta lo malo que puede haber en 91 minutos de creatividad pura.

Para muchos, el nombre de Peter Jackson es sinónimo de la primera gran trilogía cinematográfica del siglo XXI y aún cuando bien merecido tiene su lugar en la historia con esa fantasía épica, sería más justo recordarlo como el hombre que reactivó al cine gore con una de las mejores óperas primas jamás filmadas.

Bad Taste (literalmente «Mal gusto», aunque en México la nombraron, muy apropiadamente, Picadillo) es al mismo tiempo el sueño y la pesadilla de todo director. Rodada a lo largo de cuatro años y financiada por los mismos participantes (como toda película que quiera ingresar al salón de la infamia), nos muestra que lo único que se necesita para hacer buen cine son ganas, perseverancia y una falta de respeto total por los tabúes.


Además, surgió en un momento en el cine gore estaba de capa caída, con una sobreexplotación que ya había vuelto al subgénero tedioso y falto de imaginación, donde la mayoría de las películas se iban de lleno al lado de la comedia. Quizás por eso Jackson decidió hacer una farsa y en lugar de autocomplacerse decidió burlarse de sí mismo y otras cintas, parodiando todas aquellas que irónicamente son sus principales inflluencias (La masacre de Texas, La noche de los muertos vivientes El despertar del Diablo, por mencionar algunas).

La trama es sencilla: unos extraterrestres han llegado a nuestro planeta con el fin de utilizarnos como ganado, pero un grupo de inadaptados mentales serán la primera línea de defensa para evitar que acabemos en un combo de la fuente de sodas intergaláctica. Como puede apreciarse, la historia no es muy complicada ni novedosa, pero el valor de la película reside en el tratamiento que el director le dió.


Sin pena alguna Jackson hecha mano de la violencia, sangre y tripas que toda batalla interplanetaria debe tener y aunque los efectos especiales puedan verse un poco toscos ahora que tan acostumbrados estamos a los gráficos por computadora, no hay duda de que para el bajísimo presupuesto que hubo resultan de primera calidad. Basta observar la escena donde a un alienígena le rebanan media cabeza o cuando a uno de nuestros defensores se le abre el cráneo y se le escapa un trozo de cerebro, el cual es regresado a su lugar original como si se rellenara una almohada.

El manejo de la cámara, que un principio puede parecer de principiante (y lo es) aunque necesita una segunda revisión, resulta tan delirantes como la acción y no oculta nada, ni deja nada a la imaginación, lo cual es de agradecer. El ritmo de la película es vertiginoso y cuando termina parece que ha pasado menos de una hora y nos deja pidiendo más. Como en toda farsa, el humor es de lo más irracional, abarcando un espectro que va desde el pastelazo estilo Chespirito hasta los chistes más negros. Todo lo anterior convierte a esta película en una de las que deben verse pues cualquier comentario se queda corto frente a la experiencia que es Bad Taste.


No hay duda de que esta película sentó las bases de lo que sería el cine de Peter Jackson. Sus siguientes películas también tienen ese toque irreverente e iconoclasta que comenzó con Bad Taste. En Meet the Feebles conocemos a los Muppets en ácido, sintiendo las mismas pasiones y flaquezas que los seres humanos y con Braindead (también conocida como Tu mamá se comió a mi perro) realizó la que es considerada la película más sangrienta de todos los tiempos.

En fin, si uno desea adentrarse en el mundillo del cine gore Bad Taste es la película indicada para hacerlo, pero no se aceptan reclamaciones si su familia lo alieniza debido a la pérdida de su buen gusto.

Si el mundo fuera un lugar justo se anunciaría que El Señor de los Anillos es del mismo director que Bad Taste y no al revés. En fin, ¿qué le vamos a hacer?



MAL GUSTO

(Bad Taste)

Dirección, Guión, Producción, Fotografía, Efectos Especiales: Peter Jackson; Música: Michelle Scullion; Edición: Peter Jackson, Jamie Selkirk; Con: Terry Potter (Ozzy), Peter O´Herne (Barry), Craig Smith (Giles), Mike Minett (Frank), Peter Jackson (Derek/Robert), Doug Wren.

Nueva Zelanda, 1987, 91 min.

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