«Holocausto caníbal». Deodato: el morbo y el culto

Por José Luis Ortega Torres.

El canibalismo fílmico italiano es una herencia directa del género llamado mondo, documentales de alta violencia desarrollados para la exaltación del shock a partir del célebre filme Mondo Cane (Perro mundo, 1962), de los realizadores italianos Paolo Cavara, Gualtiero Jacopetti y Franco Prosperi, pero esta vez brincando las márgenes del documento escabroso a la ficción exótica que ve en las supuestas costumbres antropófagas de tribus africanas o amazónicas, el pretexto para exaltar el morbo y las escenas gore. Ese es origen de la película insignia de este filón, Holocausto Cannibali / Cannibal Holocaust (Holocausto caníbal, 1979) de Ruggero Deodato.

    Deodato, ya había emprendido el camino del exotismo salvaje tres años antes con la cinta Ultimo mondo cannibale, en 1976, película que no tuvo mayor repercusión. Sería hasta el 7 de febrero de 1980, fecha de estreno en Italia de Holocausto caníbal, que el realizador potenzano legó a la historia del cine uno de los filmes más escandalosos en toda su historia, el cual fue presentado en su momento como un documental verídico que daba fe de uno de los crímenes más salvajes cometido sobre cuatro periodistas por una tribu de antropófagos en la selva amazónica.

    El desconcierto fue más allá de Italia, propagándose la nota de que el filme recogía escenas reales de esa expedición, e incluso, en España, la revista semanal Interviú publicó algunos fotogramas de la cinta e hizo un amplio reportaje sobre ésta, acusándola de ser una supuesta snuff movie, sensación que se acrecienta porque la historia presentada es de lo más simple.

    Una expedición se ha extraviado en la jungla amazónica y el profesor Monroe organiza la partida de un nuevo grupo para buscar rastros de los desaparecidos. En su viaje, el investigador es testigo de las costumbres salvajes de los nativos, descubriendo unas latas de película pertenecientes a la excursión anterior. De regreso en Nueva York, Monroe revela los rollos: lo que se ve en las cintas da cuenta de la violencia en que incurrieron los primeros exploradores en contra de los indígenas de la región, por lo que tiempo después, una tribu de antropófagos tomó venganza, asesinándolos de manera cruel para devorarlos después, mientras que el camarógrafo sigue filmando hasta el momento de ser atacado. Entonces, la cámara cae al piso y registra hasta el último minuto de la masacre.

    Si la historia de unos rollos encontrados en medio de la nada que le muestran al mundo unas muertes inexplicables parece conocida, es porque el más grande éxito de los filmes de terror independiente, The Blair Witch Project (El proyecto de la bruja de Blair, Mayrick y Sánchez, 1999) sigue la misma fórmula.

“Hay un par de elementos que valen mucho la pena rescatar de este filme de Ruggero: es clara la influencia que esta película tuvo sobre The Blair Witch Project debido al registro en cámara de toda una serie de eventos que el espectador está obligado a ver” 1   

    Además de copiar el estilo técnico y el pretexto argumental, los directores y productores de The Blair Witch Project, también recurrieron al mismo truco comercial de vender su filme como un documental real apoyándose, como Deodato, en actores totalmente desconocidos para dar la impresión de ser víctimas reales de los macabros acontecimientos.

    Las falsas escenas de tortura, mutilación y canibalismo en Holocausto caníbal están elaboradas con un cuidado malsano y se entrelazan con tomas reales de violencia animal y otras como el descuartizamiento “en vivo” de una tortuga, todas ellas producto de un periodo misantrópico por el que atravesaba en aquel momento su director. El propio Deodato afirmó que su disgusto por la falta de respeto con la cual los noticieros y reporteros amarillistas de televisión mostraban la tragedia humana sumado al mal momento anímico por el que atravesaba debido al fallecimiento de su esposa, lo llevó a verter todo su odio a la humanidad en esta película, que se convirtió al mismo tiempo en...

    “una condena a los periodistas que hacen lo indecible por conseguir una noticia” 2

    Ruggero Deodato fue llevado ante las cortes italianas acusado de depravación, juicios que logró librar sin mayores complicaciones al demostrar la falsedad/ficción de lo mostrado en pantalla. La película consiguió un digno estreno, se descubrió que todo fue un ardid y alcanzó un éxito sin precedentes dentro y fuera de Italia, vendiéndose a decenas de países donde el morbo le garantizó ganancias millonarias, además de una malsana fiebre de las audiencias por este tipo de filmes que, de inmediato, se comenzaron a realizar al por mayor y sin menor gracia. Básicamente todos los derivados resultaron ser una verdadera calamidad, excepto uno, Cannibal ferox (Horror caníbal, 1981), filmes aún más explícito, salvaje y nauseabundo que su predecesor.

    Umberto Lenzi realizó una historia que en poco cambia: un grupo de antropólogos en el Amazonas es capturado por un grupo de traficantes, que los arrastran selva adentro. Los traficantes se contentan con destrozar villas nativas y torturar y aniquilar a sus habitantes. La venganza será doblemente brutal. Una explosión de violencia se apropia de la pantalla para mostrar todo tipo de crueldades, pero como los nativos no distinguen entre buenos y malos, terminan tanto con los traficantes como con los científicos.

    De antología las escenas gore, muy en especial aquellas que destilan una fuerte carga misógina. Si en Holocausto caníbal es bien recordado el cuerpo femenino empalado desde el recto hasta la boca, en Cannibal ferox es la imagen de una mujer colgada por los pechos hasta la muerte, la que se convirtió en la postal principal que le dio la vuelta al mundo.

    Más allá de eso hay muy poco y, no obstante, Ruggero Deodato, director todo terreno del cine fantástico italiano más morboso, grabó su nombre en ensangrentadas letras doradas para la historia del cine de aquella nación gracias a un fenómeno de exaltación del morbo por vía de la publicidad engañosa adelantado por casi cuatro décadas a su tiempo. Y es así como nacen los mitos.


HOLOCAUSTO CANÍBAL

(Holocausto Cannibali / Cannibal Holocaust)

Dirección: Ruggero Deodto; Guión: Gianfranco Clerici; Producción: Franco Di Nunzio, Franco Palaggi; Fotografía: Sergio D’Offizi; Música: Riz Ortolani; Edición: Vincenzo Tomassi; Con: Robert Kerman (Prof. Harold Monroe), Francesca Ciardi (Faye Daniels), Perry Pirkanen (Jack Anders), Luca G. Barbareschi (Mark Tomasso), Salvatore Basile (Chaco).

Italia, 1979 - 95 min.

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Notas:

1 Julian Langley, publicado el 28 de septiembre del 2000 en todoelcine.com

2 Citado por Manuel Valencia y Eduardo Guillot, en Sangre, sudor y vísceras, p.p. 142