Rodrigo Vidal Tamayo R.
rodrigo@revistacinefagia
Es bien sabido que en la mayoría de cintas porno lo mejor es la portada, relegando el contenido a un muy merecido segundo plano. Pero no desesperen, existen ejemplos de lo que un buen guión y un buen director pueden lograr en el imaginario calenturiento a la hora de recrear nuestras más ocultas fantasías y solazar nuestros deseos más oscuros. He aquí una pequeña lista, incompleta e insuficiente como todas, de las películas xxx que no pueden faltar en tu colección:
Detrás de la puerta verde (1972, Jim y Artie Mitchell) – Además de ser el debut de la eternamente sensual Marylin Chambers y de estar muy bien lograda carnalmente, ésta película le otorgó algo que durante muchos años se le negó al cine porno: respeto. Los hermanos Mitchell lograron sacar al cine para adultos de su eterna infancia.
Tabú estilo americano (1985, Henri Pachard) – Nunca el incesto se filmó de manera tan directa y caliente. Súmenle la cantidad de cuerpos bellos que desfilan por la pantalla, incluyendo actores y actrices, y tienen una de las películas más fantásticas de cine xxx. Vale la pena por las escenas de sexo como por la historia tan perversa que relata.
Café Flesh (1982, Rinse Dream) – La combinación perfecta entre sexo y ciencia ficción. Imagínense que Blade runner tuviera escenas hardcore y los replicantes fueran las únicas personas en el mundo capaces de relacionarse sexualmente. La primera cinta porno es mostrar el sexo como lo que debería ser: una pieza de museo.
Garganta profunda (1973, Jerry Gerard) – La que inició todo. Sin Garganta profunda no habría Jennas Jameson, ni Roccos Sifredi, ni festivales eróticos de ningún tipo. La cinta pionera del porno duro es tan clásica como interminable, pero vale la pena nomás por los chistes, además por conocer un pedacito de historia carnal.
Y como no todos amamos igual, también presentamos las mejores películas del cine lésbico-gay:
Entre más grande mejor (1984, Matt Sterling) – Considerada la mejor película gay jamás filmada, resulta perfecta para el público masculino tanto por los actores tan atractivos que contiene como por la trama llena de tensión sexual. Una película ganadora tanto en historia como en escenas explícitas… entre hombres.
Tres hijas (1986, Candida Royalle) – Aunque filmada para un mercado masculino, esta película sorprendió a propias y extrañas al presentar escenas de sexo sin la misoginia imperante de esa industria. Cinta perfecta para mostrar a una amiga, novia o a cualquier mujer interesada en conocer el aspecto femenino del cine porno.
Es bien sabido que en la mayoría de cintas porno lo mejor es la portada, relegando el contenido a un muy merecido segundo plano. Pero no desesperen, existen ejemplos de lo que un buen guión y un buen director pueden lograr en el imaginario calenturiento a la hora de recrear nuestras más ocultas fantasías y solazar nuestros deseos más oscuros. He aquí una pequeña lista, incompleta e insuficiente como todas, de las películas xxx que no pueden faltar en tu colección:
Detrás de la puerta verde (1972, Jim y Artie Mitchell) – Además de ser el debut de la eternamente sensual Marylin Chambers y de estar muy bien lograda carnalmente, ésta película le otorgó algo que durante muchos años se le negó al cine porno: respeto. Los hermanos Mitchell lograron sacar al cine para adultos de su eterna infancia.
Tabú estilo americano (1985, Henri Pachard) – Nunca el incesto se filmó de manera tan directa y caliente. Súmenle la cantidad de cuerpos bellos que desfilan por la pantalla, incluyendo actores y actrices, y tienen una de las películas más fantásticas de cine xxx. Vale la pena por las escenas de sexo como por la historia tan perversa que relata.
Café Flesh (1982, Rinse Dream) – La combinación perfecta entre sexo y ciencia ficción. Imagínense que Blade runner tuviera escenas hardcore y los replicantes fueran las únicas personas en el mundo capaces de relacionarse sexualmente. La primera cinta porno es mostrar el sexo como lo que debería ser: una pieza de museo.
Garganta profunda (1973, Jerry Gerard) – La que inició todo. Sin Garganta profunda no habría Jennas Jameson, ni Roccos Sifredi, ni festivales eróticos de ningún tipo. La cinta pionera del porno duro es tan clásica como interminable, pero vale la pena nomás por los chistes, además por conocer un pedacito de historia carnal.
Y como no todos amamos igual, también presentamos las mejores películas del cine lésbico-gay:
Entre más grande mejor (1984, Matt Sterling) – Considerada la mejor película gay jamás filmada, resulta perfecta para el público masculino tanto por los actores tan atractivos que contiene como por la trama llena de tensión sexual. Una película ganadora tanto en historia como en escenas explícitas… entre hombres.
Tres hijas (1986, Candida Royalle) – Aunque filmada para un mercado masculino, esta película sorprendió a propias y extrañas al presentar escenas de sexo sin la misoginia imperante de esa industria. Cinta perfecta para mostrar a una amiga, novia o a cualquier mujer interesada en conocer el aspecto femenino del cine porno.